El síndrome metabólico (SM) engloba un conjunto de reconocidos factores de riesgo cardiovascular que incrementan mucho las posibilidades de desarrollar una diabetes tipo dos, un infarto agudo de miocardio, un accidente vascular cerebral e incluso morir por estos procesos cardiovasculares. Como está muy vinculado a la obesidad por dietas hipercalóricas, ricas en ácidos grasos saturados, así como a una vida sedentaria, disponemos de dos excelentes estilos de vida que pueden tanto evitar como revertir este proceso: uno, la práctica regular de actividad física aeróbica; otro, la Dieta Mediterránea (DM).