Acaban de cumplirse cuatro décadas desde que se dieron a conocer los primeros beneficios de la Dieta Mediterránea para la salud. El origen de esta investigación le encontramos en el trabajo del biólogo Ancel Keys, que se embarcó en la primera fase del Estudio con la participación de siete países en 1958, en el que teorizó que los patrones de alimentación y los hábitos de estilo de vida podrían contribuir al riesgo general de una persona de enfermedad coronaria.