La cocina turca es símbolo de refinamiento y exotismo. Pero eso no quita que sus elaboraciones den cuenta de las reminiscencias y aspectos tradicionales que demuestran su lejana impresión desde tiempos atrás. Como heredera de la historia del Mediterráneo y el rico aporte que le confiere una ubicación geográfica privilegiada en las puertas de Oriente, la gastronomía turca es madre de platos tan llamativos y ambivalentes como el Sigara Böregi. Uno de los preparados más típicos de su cultura alimentaria y también de otras zonas cercanas como los Balcanes. El Sigara Böregi, rollito delicado relleno de queso, carne o verduras, encuentra en este caso su razón de ser en la forma original que define el cigarrillo clásico. De ahí el nombre completo de este preparado que puede cambiar en función de variaciones técnicas como la forma, los métodos de cocción y los ingredientes o debido a variaciones relativas a su procedencia o acepción regional. Se puede freír, hornear, cocinar a la plancha o incluso hervir. Y tradicionalmente se dice que una mujer no está preparada para casarse si no domina el arte de hacer borek. Por su lado, la retrospectiva histórica también aporta interesantes propuestas sobre el parecido de un rollito venezolano llamado “tequeño” que guarda un loable parecido con la propuesta que presentamos hoy aquí. Algunos cuentan que ésta modalidad gastronómica amerindia se deriva de las influencias introducidas por los turcos otomanos que fueron condenados prisioneros en el Nuevo Mundo después de la famosa batalla de Lepanto en el 1571.
Pique el queso muy fino o rállelo y mézclelo con el huevo batido, el perejil y el eneldo. Si el queso no tiene sal, añada un poco.
Doble una lámina de masa filo a lo largo, úntela ligeramente con aceite, coloque encima una cucharada de relleno en el centro de la parte de arriba, enrolle un poco, doble los extremos hacia el interior (para que no se salga el relleno) y continúe enrollando hasta acabar.
Humedezca el borde con un poco de agua y presione ligeramente para que se cierre. Ha de quedar con forma de cigarro. Repita la operación con las demás hojas de masa filo
Fría las empanadillas por todos los lados en una sartén con el aceite caliente. Escúrrelas en papel de cocina absorbente y sírvalas.
Ingredientes
Instrucciones
Pique el queso muy fino o rállelo y mézclelo con el huevo batido, el perejil y el eneldo. Si el queso no tiene sal, añada un poco.
Doble una lámina de masa filo a lo largo, úntela ligeramente con aceite, coloque encima una cucharada de relleno en el centro de la parte de arriba, enrolle un poco, doble los extremos hacia el interior (para que no se salga el relleno) y continúe enrollando hasta acabar.
Humedezca el borde con un poco de agua y presione ligeramente para que se cierre. Ha de quedar con forma de cigarro. Repita la operación con las demás hojas de masa filo
Fría las empanadillas por todos los lados en una sartén con el aceite caliente. Escúrrelas en papel de cocina absorbente y sírvalas.