En la enfermedad inflamatoria intestinal se pueden producir alteraciones del normal desarrollo y funcionamiento de la flora intestinal, lo que hace que el ecosistema intestinal sea más inestable y, por tanto, que los pacientes sean más propensos a sufrir brotes. Seguir una dieta mediterránea rica en vegetales ayuda a los pacientes a mejorar la diversidad de su microbiota intestinal y mejora su salud.