Así lo ha demostrado un estudio conjunto de la Universidad de Navarra y Harvard T.H. Chan School of Public Health liderado por Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de la Facultad de Medicina y miembro de CIBERobn. La investigación, que ha sido publicada por la revista Circulation, apoya la hipótesis de que las cerámidas, que pueden ser precursoras de la apoptosis o muerte celular programada, se asocian a mayor riesgo cardiovascular y sugiere que su presencia elevada en sangre puede estar en relación con el envejecimiento celular.