Crema catalana

DificultadIntermedio

La crema catalana es quizá el postre por antonomasia de la cocina catalana. Una mezcla de arte, exquisitez, originalidad y grandes dosis de historia y leyenda hacen de este plato una de las bondades culinarias más apreciadas, no sólo en tierras catalanas, sino a lo largo y ancho del país. Su renombre es conocido fuera y dentro de los lindares españoles, habiendo numerosas preparaciones culinarias de distintas regiones muy parecidas a la famosa crema catalana típica de Cataluña. La cocina francesa tiene un dulce similar llamado crème brûlée, también Portugal una especie de creme caramelo, y parece ser que incluso se podría encontrar alguna presentación análoga en la Toscana italiana o en Alemania e Inglaterra. Pero quien ha hecho de esta crema quemada un verdadero hito popular es Cataluña, donde goza de un importante uso tradicional vinculado a los días de fiesta en general y más en particular a la festividad de San José. Aunque los datos indican que durante la época medieval o en Cambridge - siglo XVII - ya existían recetarios con preparados de este tipo, la leyenda más famosa sobre el origen de la crema catalana es aquella del siglo XVIII que cuenta que fueron unas monjas catalanas las que sirvieron a un obispo este original postre, a modo de invento para substituir un flan que todavía no había cuajado. El obispo impaciente se llevó la cuchara a la boca esperando probar un postre frío y su sorpresa fue cuando rápidamente soltó: CREMA!!! (¡¡¡Quema!!! en catalán). Y es que casualmente acababa de darle nombre a una nueva creación del arte culinario.

Rendimiento1 Raciones
Prep Tiempo20 minsTiempo de cocinado10 minsTiempo total30 mins
 1 leche entera
 6 yemas de huevos medianos
 250 grs azúcar blanquilla
 25 grs maicena o de almidón
 1 rama de canela
 la corteza de medio limón
1

Lave bien y cepille la piel del limón. Pélelo evitando la parte blanca, ya que tiene un sabor amargo.

2

Diluya la maicena o el almidón en 1 dl de leche.

3

Vierta la leche restante en una cacerola y llévela a ebullición junto con la ramita de canela y la corteza de limón. Retírela del fuego, tápela para que infusione y déjela entibiar.

4

Mientras, bata las yemas de huevo con 200 g de azúcar hasta que blanqueen y mézclelas con la leche.

5

Añada el vasito de leche con el almidón diluido, mezcle bien y déjelo cocer a fuego muy lento, mientras remueve, siempre en la misma dirección y evitando que hierva, durante unos 5 minutos o hasta que espese como una crema.

6

Retire la crema del fuego, deseche la piel de limón y la canela y vierta la crema en una fuente de servicio ancha o repártala en recipientes individuales.

7

Deje enfriar la crema y resérvela en el frigorífico. En el momento de servir, espolvoree la superficie con el azúcar restante. Caliente al rojo vivo una pala especial para caramelizar y queme de inmediato el azúcar, antes de que absorba la humedad, para que se forme una capa fina y sólida de color caramelo.

Las palas especiales para caramelizar se encuentran fácilmente en ferreterías y en tiendas de menaje especializadas.

Ingredientes

 1 leche entera
 6 yemas de huevos medianos
 250 grs azúcar blanquilla
 25 grs maicena o de almidón
 1 rama de canela
 la corteza de medio limón

Instrucciones

1

Lave bien y cepille la piel del limón. Pélelo evitando la parte blanca, ya que tiene un sabor amargo.

2

Diluya la maicena o el almidón en 1 dl de leche.

3

Vierta la leche restante en una cacerola y llévela a ebullición junto con la ramita de canela y la corteza de limón. Retírela del fuego, tápela para que infusione y déjela entibiar.

4

Mientras, bata las yemas de huevo con 200 g de azúcar hasta que blanqueen y mézclelas con la leche.

5

Añada el vasito de leche con el almidón diluido, mezcle bien y déjelo cocer a fuego muy lento, mientras remueve, siempre en la misma dirección y evitando que hierva, durante unos 5 minutos o hasta que espese como una crema.

6

Retire la crema del fuego, deseche la piel de limón y la canela y vierta la crema en una fuente de servicio ancha o repártala en recipientes individuales.

7

Deje enfriar la crema y resérvela en el frigorífico. En el momento de servir, espolvoree la superficie con el azúcar restante. Caliente al rojo vivo una pala especial para caramelizar y queme de inmediato el azúcar, antes de que absorba la humedad, para que se forme una capa fina y sólida de color caramelo.

Crema catalana
Estofado de carne
Siguiente entrada del blog