La receta de esta semana nos presenta una combinación de alimentos riquísima a nivel nutricional y también por sus propiedades organolépticas. Es decir, su sabor, textura y olor nos brindan una buena oportunidad de disfrute para los sentidos, pero es que además sus características gastronómicas, y concretamente sus rasgos culturales, son un verdadero tesoro digno de conservar y transmitir. ¿Sabías que hay información acerca del consumo de alcachofas gravada en las antiguas tumbas egipcias? A pesar de que fue una planta muy consumida posteriormente por griegos y romanos, la referencia más clara de esta verdura no se encuentra hasta el siglo XV de manos de italianos. Tradicionalmente, es el cardo el origen silvestre de la alcachofa, del cual ésta última habría evolucionado hasta convertirse en una especie mejorada para su cultivo y consumo. ¿Qué decir de las vieiras? Se trata de una aceptación terminológica adaptada del gallego, que viene del latín y tiene una amplia tradición simbólica femenina muy expandida gracias a la famosa obra “La Venus” de Botticelli, ella misma sale de una concha gigante. ¿Y en cuanto a las nueces? Poseen un interminable recorrido histórico, además de múltiples cualidades saludables que han sido prescritas desde muy antiguo por distintas civilizaciones. Su origen se remonta a más de 9.000 años atrás en la zona de Persia (Irán), donde sólo la realeza las consumía. Los americanos, por su parte, también tienen sus propias nueces nativas, pero de eso ya hablaremos más adelante en próximas recetas.
Pelar y trocear las patatas. Limpiar los puerros retirando la primera capa, las raíces y la parte verde del tallo, para luego cortarlas en rodajas. Limpiar las alcachofas retirando las hojas duras exteriores, el heno central y parte del tallo. Reservar dos de las alcachofas que cortaremos en láminas finas; trocear el resto y rociarlas con el zumo de medio limón. Lavar, secar y picar el cebollino.
Calentar la margarina en una olla y pochar a fuego suave el puerro, la patata y los corazones de alcachofa durante 5 minutos. Salpimentar, cubrir con agua y hervir durante 20 minutos. Añadir las nueces reservando algunas para el emplatado. Triturar y pasar por el colador chino.
Calentar el aceite de oliva en una sartén y freír las láminas de alcachofa hasta que se doren y queden crujientes, luego escurrirlas y reservarlas sobre papel absorbente. Marcar las vieiras salpimentadas en la plancha sin cocerlas demasiado para que estén tiernas. Servir la crema con 3 vieiras en cada plato, nueces, chips de alcachofa y cebollino picado.
Fuente: Nueces de California, www.nuecesdecalifornia.com
Ingredientes
Instrucciones
Pelar y trocear las patatas. Limpiar los puerros retirando la primera capa, las raíces y la parte verde del tallo, para luego cortarlas en rodajas. Limpiar las alcachofas retirando las hojas duras exteriores, el heno central y parte del tallo. Reservar dos de las alcachofas que cortaremos en láminas finas; trocear el resto y rociarlas con el zumo de medio limón. Lavar, secar y picar el cebollino.
Calentar la margarina en una olla y pochar a fuego suave el puerro, la patata y los corazones de alcachofa durante 5 minutos. Salpimentar, cubrir con agua y hervir durante 20 minutos. Añadir las nueces reservando algunas para el emplatado. Triturar y pasar por el colador chino.
Calentar el aceite de oliva en una sartén y freír las láminas de alcachofa hasta que se doren y queden crujientes, luego escurrirlas y reservarlas sobre papel absorbente. Marcar las vieiras salpimentadas en la plancha sin cocerlas demasiado para que estén tiernas. Servir la crema con 3 vieiras en cada plato, nueces, chips de alcachofa y cebollino picado.