Preparar una tarta en un sartén de 20 centímetros e dejar enfriar. Preparar natillas de vainilla según las instrucciones.
Cuando el relleno se haya enfriado, esparcir sobre el bizcocho. A continuación, se escurren los albaricoques y se reserva el almíbar. Colocar los albaricoques a mitades o cortados a rodajas sobre la crema de vainilla.
Preparar un glaseado cocinando 2/3 de taza del almíbar reservado y la harina o la fécula, removiendo continuamente hasta que la mezcla quede espesa y transparente. La harina de patata y de arroz dan a la fruta un toque más brillante que la fécula. Enfriar ligeramente y esparcir sobre los albaricoques. Antes de servir, enfriar el pastel en la nevera durante una hora o más.
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