El día anterior, se ponen en remojo los garbanzos secos en agua, preferiblemente caliente, durante aproximadamente 12h.
En paralelo, y en otro recipiente, se deja el congrio seco en remojo durante aproximadamente 12h.
Cocemos los garbanzos con un poco de laurel en una olla rápida durante 25 minutos.
Hacemos un sofrito empezando por la freír la cebolla picada con un poco de aceite de oliva y añadimos una hoja de laurel. Cuando la cebolla esté doradita, añadimos el congrio en remojo. Y luego añadimos la harina y removemos un par de minutos.
Añadimos los garbanzos con un poco del agua en el que han estado en remojo y dejamos que hierva.
Mientras tanto, preparamos la majada: utilizaremos un mortero y añadiremos 2-3 dientes de ajo, pan frito y las hojas de perejil. Aplastamos todo bien.
Añadimos la majada a los garbanzos y mezclamos bien durante unos minutos.
A continuación, ponemos una olla con agua a hervir para preparar el huevo flor.
Para cada huevo, cogemos un aro y le ponemos un papel de plástico. Añadimos un poco de aceite de oliva y cascamos el huevo en el centro. Envolvemos el huevo y lo cerramos con un nudo.
Introducimos las bolsitas con huevo en el agua hirviendo durante 3 - 4 minutos e inmediatamente en agua fría para parar la cocción.
Para la presentación, ponemos el huevo flor en el centro del plato y servimos los garbanzos alrededor.
Opcionalmente, para decorar se puede cortar congrio seco en trocitos y freírlo como si fuesen torreznos. Y se ponen espolvoreados por el plato.